lunes, 11 de febrero de 2008

Nuevos apoyos recibe dirigente PS Esteban Silva

Lunes 11 de febrero de 2008.- A juicio de Silva, el problema de fondo no es la declaración sino que las distintas posiciones que existen en el partido frente a los nuevos liderazgos de izquierda que han surgido en América Latina.

Con el conflicto suscitado entre el presidente del regional América de las secretaría de asuntos internacionales del PS, Esteban Silva, y el secretario general de la colectividad, Marcelo Schilling, ha retornado al seno socialista la antigua pugna entre la mesa directiva encabezada por Camilo Escalona y la disidencia agrupada en la corriente Grandes Alamedas.

De hecho, los mayores defensores de Silva -tras declarar Schilling que pediría su expulsión por utilizar el nombre del partido en una declaración de apoyo al ex presidenciable peruano Ollanta Humala- han sido dirigentes como el senador Alejandro Navarro y los diputados Marcos Enríquez-Ominami y Sergio Aguiló.

Este último, reiteró ayer que nuevamente quedaba en evidencia la forma "excluyente y matona" que tenía la directiva en su trato con los demás militantes, sobre todo con aquellos que no compartían sus acciones.

Mientras tanto, a la carta de apoyo que ocho miembros de la secretaría internacional le hicieron llegar a Silva, su sumó otra misiva, firmada por Carlos Moya, líder de una pequeña facción del partido, quien afirmó que "se produce un daño a la imagen al partido cuando dirigentes se prestan a ventilar públicamente vicios persecutorios que debieran mantenerlos como actitudes privadas".

La molestia de Schilling derivó de una declaración que, según el partido humalista, fue firmada por el PS donde se acusa que en Perú tanto Alejandro Toledo -de quien Silva fue su asesor- como Humala son víctimas de una persecución de parte del Gobierno de Alan García, cuyo Partido Aprista Peruano (PAP) es un aliado histórico del PS chileno. Schilling acusó una "usurpación del nombre del Partido Socialista y la falsificación de los títulos de la institución", mientras Silva se ha defendido señalando que sólo hizo una declaración a "título personal" y denunció el caso como una "presión" de la mesa.

A juicio del ex asesor, el problema de fondo no es la declaración sino que las distintas posiciones que existen en el partido frente a los nuevos liderazgos de izquierda que han surgido en América Latina. En esa línea, existiría un sector del partido, incluida la mesa, que sólo acepta liderazgos como los de Kirchner en Argentina o Lula en Brasil, y otro que se inclinan por la aparición de un Evo Morales en Bolivia o un Rafael Correa en Ecuador.

Otro antecedente que ha sido puesto en el tapete es lo sucedido con el senador Jaime Gazmuri, quien a fines de enero decidió presentar su renuncia a la presidencia de la Secretaría de Relaciones Internacionales, también por un impasse con la directiva luego de suspenderse un viaje a Cuba.

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